
Ganadería
GANADERO DE CORAZÓN, HOMBRE EJEMPLAR
Un ganadero de corazón, un hombre ejemplar que dedicó 60 años de su vida a la gana- dería en Chiapas, México y el mundo del cebú, orgullo y ejemplo para muchos ganaderos de su generación, e inspiración para muchas nuevas generaciones, hablar de la historia del cebú en México es hablar de la Finca Perseveran- cia, y desde luego, de don Alfredo d’Argence, entre otras fincas de renombre y nombres que han hecho historia en el Cebú Mexicano, hombre sencillo, ama- ble, conversador y a la vez callado.
En el gremio cebuista mundial, puso siempre en alto a la ganadería mexicana,
¿quién no ha oído mencionar a Alamo o a Avispón?, ¿cuántas ganaderías de Méxi- co y otros países iniciaron su pie de cría con el famoso ganado de la Z? Una de las ganaderías de más tradición y prestigio en nuestro país. Don Alfredo fue reco- nocido por ser un gran conocedor de la genética Brahman e Indubrasil de más alto nivel, hizo amistades con ganaderos de diversos países, desde Brasil hasta Estados Unidos, un personaje muy a su manera, una persona muy especial, un hombre de equipo, la Finca Perseverancia y sus trabajadores siempre identificados con él, un pilar para nuestra Asociación Mexicana de Criadores de Cebú, y nues- tra Asociación de Criadores de Razas Puras de Chiapas, donde fue consejero en varias administraciones y siempre respe- tado por sus acertadas opiniones.
Por Perseverancia durante su administración, que fueron muchos, es honrar a don Alfredo con lo que fue su pasión y su vida, la Finca Perseverancia. Su familia y sus amigos ganaderos, hoy honramos a don Alfredo d’Argence, nuestro amigo.
En lo personal tuve el gusto de cono- cerlo, o él a mí, desde 1972, cuando yo tenía 7 años, ya que mi padre y él, además de una relación de trabajo, hicieron una amistad estrecha, viajando y conversando largas horas, tomando café, siempre ha- blando solo de cebú. De los amigos de mi padre, a los cuales admiro y respeto, todos ellos ganaderos cebuistas, tuve a bien ele- gir a don Alfredo para apadrinar a la XIV generación de médicos veterinarios zoo- tecnistas de la Unach, a la cual pertenezco y que, orgullosamente, lleva su nombre: Don Alfredo d’Argence Morell.
A la familia cebuista de Chiapas, México y el mundo, a todos sus amigos y compañeros gremiales, nos duele su ausencia y nos indigna la manera en que nos lo arrebataron.
Doña lupita, Paulina, Alfredo y Adrián, sé que se sienten orgullosos del legado que en vida les dio don Alfredo, y del que les deja ahora con su ausencia física
Descanse en paz, don Alfredo d’Argence Morell.
Nombre: Redacción Redacción
Ocupación: Editor
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